sábado, 1 de mayo de 2010

La desigualdad es el origen de todos los movimientos locales - Leonardo Da Vinci


Mi vida en estos instantes es fabulosa. Mi obsesión con la adquisición de prendas casi se me ha olvidado con tanto ajetreo, de aquí para allá. Solo me lo recuerda tener que escribir en este blog. Los nuevos modelitos ya no son consecuencia de el paso de mi tarjeta de crédito. Si no que pasan a ser regalos de mis nuevas mejores amigas.
Ayer, por ejemplo, Lia, mi nueva amiga (con la que tengo que mantener relación porque es una topmodel de despegue y Joseph me lo ha aconsejado), me dejó para asistir a un almuerzo benéfico en el hipódromo, un vestido precioso lencero de color marfil de Balenciaga. En este almuerzo aparte de ver a los caballos correr y ganar mil dólares en apuestas (mil dólares desperdiciados al ir a parar a la causa benéfica a la que supuestamente estábamos apoyando)  hice muchas nuevas relaciones. Sobre todo con personas de otros países. Entre ellas una muchacha de Somalia, que me presento April, porque según dijo el almuerzo se realizaba en su honor.
Su nombre era Cabdile y según parecía además de escribir un libro, había creado una fundación para ayudar a las mujeres de su país. El por qué necesitan ayuda no lo sé todavía.
Estuve un buen rato con ella. Por cierto hablaba perfectamente inglés ¿qué idioma se habla en Somalia? Es que todo el mundo estaba asombrado de su acento y para seros sincera no sé porque. Bueno lo que iba diciendo. No se como salió el tema, pero le empecé a hablar de mi blog y la razón de que lo escribiera. De contarle lo de mi este diario, pasé a charlar sobre compras y tiendas, mis diseñadores favoritos, mis prendas fetiche. Y me quedé asombrada cuando me pregunto que quienes eran esos de los que estaba hablando y que si se los presentaba. No sabía quienes eran Valentino, Karl Lagerfeld, Galiano  o Marc Jacob. En ese instante entre en shock. Le pregunté como puede que cómo podía ser eso. Me contesto que en su país o por lo menos lo que ella conocía no había visto ninguna de esas tiendas. Casi me desmaño. Mi reacción fue preguntarle si es que no había visto nada de ellos en Internet a lo que me respondió que a su casa, a su ciudad y a las ciudades de alrededor no llegaba Internet y que aunque llegase su familia era tan pobre que no podían costeárselo.
No me lo podía ni haber imaginado en el peor de los casos. Si yo llegó a estar en su situación me hubiese muerto de la angustia. Un mundo sin  Internet y sin tiendas. El infierno.
Le di mi número de móvil y le dije que la llamaría para enseñarle las boutiques lo antes posible por que se encontraba en una situación de extrema urgencia.
Desde que conocí a Cabdile, me he estado preguntando cosas ¿cómo hay personas que pueden vivir en esa situación? Porque ella me dijo que era en las ciudades de alrededor. Así que he decidido que cuando vuelva a ver a Lagerfeld le diré que le diga a Chanel que abra tiendas en Somalia en honor a Cabdile.
Tengo que decíos que ya son 8 días sin ninguna compra. ¡Mi record asciende!
Besos.
B.




Reducir la brecha digital, objetivo común de la UE y América Latina

0 apoyos a la terapia:

Publicar un comentario

 
Header Image by Colorpiano Illustration