miércoles, 28 de abril de 2010

Haceos con amigos dispuestos a censuraros.- Nicolas Boileau-Despréaux

No se si esto os pasará en vuestra ciudades pero, en la mía se extiende como una plaga.
Ayer mi amiga April y yo organizamos un “brunch” en su casa de campo. Lo preparamos nosotras dos todo. Contratamos al catering, hicimos enviar las invitaciones, diseñamos la decoración.  Todo estaba listo a las 10 de la mañana y a las 12 empezaron a llegar los invitados.
Nuestro fallo fue no especificar la etiqueta requerida, pero esto no me lo podía esperar.  Se puede tener menos gusto.
 Idea de Joseph fue que invitásemos al grupo de las denominadas nuevas ricas. Niñas que han visto a sus padres crecer en esto de los negocios desde cero y todo gracias a la suerte. Yo ya me esperaba lo peor, porque eso de crecer en los suburbios no va aparejado a la elegancia y el saber vestir.  Nosotras, como buenas anfitrionas estábamos en la entrada de la gran casa recibiendo a los invitados. Llegó Mateo y nos abrazó. Cada día lo detesto más y me parece más gay.
Al cabo de los diez minutos llegaros ELLAS. Tres chicas de unos diecisiete años. Pero lo peor no eran los coches cutres en los que habían venido si no sus atuendos. Rompían todas las reglas de la nueva temporada.  Puesto que posiblemente tuviésemos que verlas e invitarlas a todos los eventos que asistiésemos, decidí ponerles las cosas claras.  Las acorralamos en el baño. No podía mirar sus vestidos, me abrasaban los ojos. Una rubita de ojos saltones no tuvo otra genial idea que llevar un vestido ceñido al cuerpo de color brillante dorado, con una especie de tupe en la cabeza, que vale que se lleva lo retro pero en el pelo, no. La otra más menudita y morena llevaba un vestido globo de color rojo con el que parecía que saldría volando. Por no hablar de sus zapatos. Una especie de stilettos mal hecho de negro charol. Y por último, una chica castaña bastante alta que no tenia otra cosa que lucir en un evento como este que un vestido rosa chicle con una especie de mini rebeca blanca y zapatos de salón a juego. Parecían las tres sacadas de un cuadro.
Les dijimos que las prendas que llevaban puestas en ese instante seria mejor que las quemasen y que ya nos acercaríamos a su casa a hacerles una lista con lo que se pueden poner y lo que no, si querían andar por nuestra ciudad.
Al principio se quejaron de que las estábamos censurando o algo por el estilo, pero luego entendieron que era por su bien y se fueron. Si no querían salir  como les aconsejaríamos siempre se podrían quedar en sus casas.
Por lo demás la fiesta todo un éxito.
Nuevos punto para mí en el ranking social
Días sin comprar nada nuevos: ¡el record de siete días!
Besos.
B.

martes, 27 de abril de 2010

"No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente" - Virginia Woolf

Pues sí se ve que si puedo pensar lo que quiera pero, escribirlo en este blog no. Resulta que no se como alguien ha llegado a él y ha leído lo que he escrito sobre la “chica” que esta la primera en el ranking de la página seis  y la relación de esto con su padre, dueño del periódico y ha decidido darme un aviso.
Resulta que esta mañana mi abogado me ha dejado un mensaje en el contestador, diciéndome que la llamase cuanto antes. Pero mi manicura no podía esperar. Hemos pasado de tener que llevarlas en colores oscuros a colores nude, en poquísimo tiempo, y el color maquillaje se tenia que adueñar de mis uñas.
Después de la manicura, mientras pasaba por los escaparates de mis, da la casualidad, tiendas favoritas, decidí llamar al abogado. He de decir que no la llamé en ese instante por gusto, sino que siguiendo las recomendaciones de mi querido terapeuta, lo mejor es pensar en otra cosa, ocupar la mente ante situaciones de crisis consumistas.
¿Qué era aquello tan importante que me tenía que decir? Parecer ser que el abogado de la familia Nodier  (de la cual yo hablé en mi post pasado) se puso en contacto con ella, aconsejándole que yo dejara de hablar de sus clientes en mi blog. Acto seguido, me explico que según ellos, su derecho al honor se estaba viendo dañado con mis “difamaciones” (mentiras al parecer) no entendí mucho de lo que me contó, pero como ella es la que entiende de estos temas. Se supone que con lo que dije estaría dañando su honor y aunque yo tenga algo llamado libertad de expresión es más importante su derecho. Así que mejor me voy a callar  que ahora no puedo meterme en muchos problemas y la prensa mira cada uno de mis pasos. Esta vez me estaré quietecita
Ahora me voy que tengo actos a los que acudir. Recordad que todavía sigue mi plan para ascender en el ranking
Por cierto. Días sin realizar ninguna compra de vestuario: 6.
Besos.
B.



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lunes, 26 de abril de 2010

“La fama es la amada de todo corazón humano”

Día 5
Sí,  ya lo se llevo tres días sin actualizar. Pero no ha sido por vagancia o descuido. No os vais a creer  lo que me ha sucedido. 
El lunes, después de mi fatídica experiencia, decidí tomarme un respiro. Me senté en el sofá y me puse a ojear el periódico. Cual fue mi sorpresa al abrir la página seis y encontrar un ranking de las personas más IN de la ciudad.  Pero no. Desde luego el lunes no fue mi día. Resulta que yo, YO, estaba en el penúltimo lugar. El PENÚLTIMO. Sí, sí. El segundo por la cola. No podía ser. Para rematar la situación la primera de la lista era la guarra esa, la hija del propietario de la empresa del periódico. ¿Por qué será que está en el primer puesto?
Esto no podía quedar así. ¡Tenía que estar entre los primeros!
Llame a mi amiga Ray. Le explique la situación y me dijo que había un experto que te ayudaba a posicionarte en lo más alto del ranking de las personas IT.  Se llaman algo así como SEO (Social Elite Optimization)¿?Se trataba de una situación de urgencia y el elevado coste  que requerían los servicios de este maestro de la jet set valía la pena.
Conseguí contactar con él y quedamos el martes por la mañana. No pude dormir esa noche, pero el día pintaba bastante ajetreado. A las 8 de la mañana ya estaba en mi casa. Su nombre Joseph. Lo primero que me dijo es que lo llevase a mi armario. ¿quién se creía para darme lecciones de moda llevando esos horrendos mocasines sacados seguramente de H&M? Me dibujó un croquis de todo lo que tendría que llevar esta semana y de lo que me tenía que comprar. Punto uno: Nadie me dice lo que me tengo que poner. Y punto dos: respecto a lo de nuevas adquisiciones, tengo un problema.
A continuación, empezó a llamar a gente para que me incluyesen en las listas de todos los grandes eventos que acontecerían en la ciudad esta semana. Empezando por una importantísima cena benéfica esta noche.
Además, me hizo una lista de gente con la que tenía que ser vista y por supuesto ello incluía a mis acompañantes para esa noche.
Mi vida quedó planificada totalmente en poco más de una hora. No tenía que pensar nada más, puesto que hasta el modelito de esta noche ya estaba escogido. Tranquilos no pude comprar nada así que mi record asciende a 5 días.
Llegó el momento de ir a la cena. Mis acompañantes mi nueva mejor e inseparable amiga April y Mateo, con quien se supone que la prensa pensará que mantengo una relación. Ella es hija de una ex estrella del rock y él miembro de una de las familias más ricas de la ciudad.
No se cómo pero la noche fue perfecta. Salimos en todas las fotos de la noche y a la mañana  siguiente en toda la prensa. Allí estábamos, mi Valentino azul y yo impecables en cada fotografía.
En la nueva edición del periódico, no había un nuevo ranking pero sí un articulo que decía bajo mi imagen: “La nueva chica IT del momento, no le quitéis el ojo”.
Habrá que esperar al Ranking de la semana que viene.
Días sin ninguna nueva compra: 5.
Mi felicidad: desbordante.
Besos.
B.





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sábado, 24 de abril de 2010

Día 2







Definitivamente, Dolce&Gabbana me odia.
Ayer mi amiga Ray y yo decidimos salir a tomar el aire. Bueno la verdad es que yo le rogué que me acompañase, porque otra de mis crisis nerviosas, que habitualmente acaban en el consumismo, iba a apoderarse de mí, y el terapeuta me comentó, después de mi llamada de socorro ante el fracaso del otro día al intentar escribir el blog, que lo mejor es que me despejase, que hiciese algo divertido que ocupase todo mi pensamiento. Así que decidí salir a dar una paseo y a que Ray me pusiese a la última de todos los cotilleos.
Justo cuando ella me contaba que Lucas había decidido irse a vivir a París, al ático que sus padres tienen allí,  una ráfaga de viento se llevo mi sombrero. Corrí detrás de él hasta que opto por pararse. Fui a recogerlo y cuando alcé la vista allí estaba. El vestido de mis sueños. Era perfecto. Mis ojos no podían apartarse de él y sentí unas ganas irrefrenables de que fuese mío.  Así que, si, entré a  por Él.
Lucy, la dependienta, me dijo que el del escaparate no estaba en venta pero que quedaba uno en el almacén e iba a llamar a ver que talla era. Mi felicidad era desbordante. Un cosquilleo se apoderó de mí. Cuando colgó con cara sonriente, casi me pongo a dar saltos de alegría.
Pero todo se vino abajo. Resultó que era una talla más pequeña. En ese momento me veía a mi misma abalanzándome contra la maldita dependienta que no sabe que cuando tienes malas noticias el sentimiento que debes mostrar no es el de felicidad. Pero me controlé.
Cuando Ray y yo íbamos a salir de la maldita boutique que había destrozado mis sueños, Lucy me llamó. Resulta que existe una página Web donde tienen todas las prendas y accesorios , y puedes comprarlos desde Internet. No había acabado la dependienta “quenosabemedirsusexpresiones”, cuando yo ya corría en busca de un taxi. Creo que la prisa que le metía al taxista surgió efecto porque en menos de 5 minutos ya estaba subiendo al ascensor del edificio. Encendí el ordenador. Tecleé la Web. Busque en todas las páginas y ¡allí estaba!. Mi talla, perfecto. Introduje todos los datos necesarios. Justo cuando voy a introducir los datos de la tarjeta sale una pantalla que dice: NO VÁLIDA.
Resulta que mi padre decidió justo en el momento más importante de mi vida, cancelar la tarjeta de crédito.
Maldigo el día en el que las tiendas pasaron a ser online. Porque no podría estar el vestido ese que tienen almacenado en algún lugar perdido del mundo, en la boutique. Desde cuando se compra y vende por Internet. Con lo maravillosos que es ir a las tiendas tradicionales, donde puedes pagar con efectivo que SÍ TIENES. Pero lo más gracioso ¿sabéis que es?, mi hermano mayor, por lo visto, ultradefensor de las tiendas online, el único argumento que utilizó para sostener la existencia de estas malditas semitiendas, es que te ahorras el dinero del taxi. Me da igual gastarme lo que cueste el taxi o incluso el avión, ¿dónde ha quedado el momento en el que sales de la tienda con todo el mundo mirándote por llevar esas bolsas enormes y tu en lugar de decirle al taxi que te espere en la puerta de la boutique, le pides que espere una calle más arriba para poder disfrutar del momento de todas esas miradas de envidia?
El mundo se ha aliado para que sea desdichada.
Que he aprendido de esta experiencia: que tengo un incurable odio a las tiendas por Internet, que a Lucy la deberían despedir y que tengo que adelgazar.
Podéis estar tranquilos, mi record asciende a 3 días sin comprar nada.
Por cierto si alguien es tan amable y encantador de comprarme el vestido de mis sueños se lo agradeceré toda la vida aquí dejo una foto. Así tampoco incumpliría mi terapia y recibiría un regalo. Perfecto
Besos.
B



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Alegrías y angustias para un futuro del periodismo de papel









Día 1





“La razón es esclava de las pasiones”
Ya lo decía David Hume, los seres humanos actuamos irracionalmente, nos dejamos llevar por los impulsos. Seguro que estaréis pensando como una persona como yo puede saber siquiera quién es Hume. Pues aunque parezca irreal, una de las ventajas de criarse entre algodones es que tus padres te llevan el colegio más caro de la ciudad par que así, ya que tienes tienes trabajo seguro en la empresa de papá, por lo menos adquieras un poco de cultura y una de esas clases a las que atendí fue a la del empirismo inglés. No preguntéis.
Por qué os hablo de las pasiones y los impulsos, pues veréis, debido a que estos gobiernan mi vida totalmente. Si, os tengo que confesar que estáis leyendo el diario de una compradora compulsiva obsesionada con la moda. Pero estoy haciendo avances, llevo ya un día y medio sin comprar nada.
El terapeuta del grupo de apoyo nos mando como tarea escribir este diario. Se supone que contar nuestras ansias cada vez que estemos desesperados por comprar algo nos aliviará. Aunque yo pienso que lo que quiere realmente es que relatemos nuestros problemas en esta paginilla en lugar de llamarle al móvil cada vez que sufrimos una crisis. Pero de todas formas habrá que hacerle caso.

Esta es mi primera entrada. A partir de ahora cada vez que se apoderen de mí unas ganas enormes por gastarme algo de mi paga en el nuevo bolso de Prada o las sandalias de la nueva colección de Jimmy Choo, o el  anillo de coral de Yves Saint Laurent, ese que me llama cada vez que paso por el escaparate, o …
Mejor voy a dejar de enumerar cosas y llamar al doctor porque creo que viene otra crisis y estar escribiendo aquí no soluciona nada.
Un beso.
B.


 
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